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Tres sombreros de copa.

Vamos a leer y comentar "Tres sombreros de copa", de Miguel Mihura. Por fin una obra literaria que no trata temas "trascendentales" o filosóficos del tipo "la vidaesunsueño", "¿quiénsoyyo?", "¿quéhaydespuésdelamuerte?", etc, etc. Esta obra es para reír. Para llorar de risa. Es un humor absurdo, pero lleno de sentido, de crítica a las costumbres sociales, a  los corsés y a la rutina que asfixia a la gente y no le deja disfrutar de la vida. ¡Y la vida solo se vive una vez!
Nosotros la vamos a leer. Pero, sin que nadie se entere, os dejo aquí una representación histórica: grandes actores cómicos que ponen en pie (dan vida) a los personajes de papel que se inventó el genial Mihura. Porque el teatro es para verlo (aunque también se pueda leer). ¿O no?



Celestina. Retrato.

Una opinión sobre Celestina. ¡A ver si no es para andarse con cuidado con una mujer así! ¡Es que hay que ser muy tonto o estar muy desesperado para pedir consejos - y mucho menos servicios -  a un personaje como este! Así que no es de extrañar que todo el que tuviera relación con ella acabara mal, muy mal... ¿Qué pensáis?

[...]
CALISTO.-  Y tú, ¿cómo lo sabes y la conoces?

PÁRMENO.-  Saberlo has. Días grandes son pasados que mi madre, mujer pobre, moraba en su vecindad, la cual, rogada por esta Celestina, me dio a ella por sirviente; aunque ella no me conoce por lo poco que la serví y por la mudanza que la edad ha hecho.

CALISTO.-  ¿De qué la servías?

PÁRMENO.-  Señor, iba a la plaza y traíale de comer, y acompañábala, suplía en aquellos menesteres que mi tierna fuerza bastaba. Pero de aquel poco tiempo que la serví, recogía la nueva memoria lo que la vieja no ha podido quitar. Tiene esta buena dueña al cabo de la ciudad, allá cerca de las tenerías, en la cuesta del río, una casa apartada, medio caída, poco compuesta y menos abastada. Ella tenía seis oficios; conviene saber: labrandera, perfumera, maestra de hacer afeites y de hacer virgos, alcahueta y un poquito hechicera. Era el primero oficio cobertura de los otros, so color del cual muchas mozas de estas sirvientes entraban en su casa a labrarse y a labrar camisas y gorgueras, y otras muchas cosas. Ninguna venía sin torrezno, trigo, harina o jarro de vino, y de las otras provisiones que podían a sus amas hurtar; y aun otros hurtillos de más cualidad allí se encubrían. Asaz era amiga de estudiantes y despenseros y mozos de abades. A éstos vendía ella aquella sangre inocente de las cuitadillas, la cual ligeramente aventuraban en esfuerzo de la restitución que ella les prometía. Subió su hecho a más, que por medio de aquéllas comunicaba con las más encerradas hasta traer a ejecución su propósito. Y aquéstas, en tiempo honesto, como estaciones, procesiones de noche, misas del gallo, misas del alba y otras secretas   -B [Iv]-   devociones, muchas encubiertas vi entrar en su casa. Tras ellas hombres descalzos, contritos y rebozados, desatacados, que entraban allí a llorar sus pecados. ¡Qué tráfagos, si piensas, traía! Hacíase física de niños, tomaba estambre de unas casas, dábalo a hilar en otras, por achaque de entrar en todas. Las unas, «¡Madre acá!», las otras, «¡Madre acullá!», «¡Cata la vieja!», «¡Ya viene el ama!»; de todos muy conocida. Con todos esos afanes nunca pasaba sin misa ni vísperas, ni dejaba monasterios de frailes ni de monjas; esto porque allí hacía ella sus aleluyas y conciertos. Y en su casa hacía perfumes, falsaba estoraques, menjuí, animes, ámbar, algalia, polvillos, almizcles, mosquetes. Tenía una cámara llena de alambiques, de redomillas, de barrilejos de barro, de vidrio, de arambre, de estaño, hechos de mil facciones. Hacía solimán, afeite cocido, [...] Hacía lejías para enrubiar, de sarmientos, de carrasca, de centeno, de marrubios, con salitre, con alumbre y milifolia y otras diversas cosas. [...] Los aceites que sacaba para el rostro no es cosa de creer: de estoraque y de jazmín, de limón, de pepitas, de violetas, [...] y un poquillo de bálsamo tenía ella en una redomilla que guardaba para aquel rascuño que tenía por las narices. Esto de los virgos, unos hacía de vejiga y otros curaba de punto. Tenía en un tabladillo, en una cajuela pintada, unas agujas delgadas de pellejeros e hilos de seda encerados, y colgadas allí raíces de hojaplasma y fuste sanguino, cebolla albarrana y cepacaballo. Hacía con esto maravillas que, cuando vino por aquí el embajador francés, tres veces vendió por virgen una criada que tenía.

CALISTO.-  ¡Así pudiera ciento!

PÁRMENO.-  ¡Sí, santo Dios! Y remediaba por caridad muchas huérfanas y erradas que se encomendaban a ella. Y en otro   -B IIr-   apartado tenía para remediar amores y para se querer bien. Tenía huesos de corazón de ciervo, lengua de víbora, cabezas de codornices, sesos de asno, tela de caballo, mantillo de niño, haba morisca, guija marina, soga de ahorcado, flor de hiedra, espina de erizo, pie de tejón, granos de helecho, la piedra del nido del águila y otras mil cosas. Venían a ella muchos hombres y mujeres, y a unos demandaba el pan do mordían; a otros, de su ropa; a otros, de sus cabellos; a otros, pintaba en la palma letras con azafrán; a otros, con bermellón; a otros daba unos corazones de cera llenos de agujas quebradas, y otras cosas en barro y en plomo hechas, muy espantables al ver. Pintaba figuras, decía palabras en tierra. ¿Quién te podrá decir lo que esta vieja hacía? Y todo era burla y mentira.

CALISTO.-  Bien está, Pármeno, déjalo para más oportunidad. Asaz soy de ti avisado, téngotelo en gracia. No nos detengamos, que la necesidad desecha la tardanza. Oye. Aquélla viene rogada, espera más que debe. Vamos, no se indigne. Yo temo y el temor reduce la memoria y a la providencia despierta. ¡Sus! Vamos, proveamos. Pero ruégote, Pármeno, la envidia de Sempronio, que en esto me sirve y complace, no ponga impedimento en el remedio de mi vida, que si para él hubo jubón, para ti no faltará sayo. Ni pienses que tengo en menos tu consejo y aviso que su trabajo y obra, como lo espiritual sepa yo que precede a lo corporal. Y puesto que las bestias corporalmente trabajen más que los hombres, por eso son pensadas y curadas, pero no amigas de ellos. En tal diferencia serás conmigo en respeto de Sempronio, y so secreto sello, pospuesto el dominio, por tal amigo a ti me concedo.

PÁRMENO.-  Quéjome, señor, de la duda de mi fidelidad y servicio, por los prometimientos y amonestaciones tuyas. ¿Cuándo me viste, señor, envidiar, o por ningún interés ni resabio tu provecho estorcer?
[...]

Juan del Encina. Más vale trocar placer por dolores.

Aquí tenéis un ejemplo de lírica cancioneril del siglo XV. No es un ejemplo cualquiera: es Juan del Encina (1468-1529), poeta, músico y dramaturgo. Aunque en este caso destacamos su faceta lírica (también conocemos aquel otro poema "Carcelero, no te tardes que me muero"), según la tradición trovadoresca del amor cortés, contribuyó principalmente al desarrollo del género dramático. [Está considerado como uno de los 'padres' del teatro renacentista. Sus obras son églogas, unas veces de carácter religioso (las primeras) y otras, amoroso (la segunda etapa); haría falta saber lo que son églogas... A él debemos la creación del personaje 'rústico', gracioso o 'bobo', y un lenguaje peculiar, el sayagués]  
Podéis escuchar este villancico en youtube
con imágenes muy cuidadas de Salamanca, 
ciudad con la que tuvo una estrecha relación 
(aunque nació en Fermoselle, hoy de la provincia de Zamora, y en su época portuguesa... )
Para trabajar en vuestros cuadernos de clase:
a) análisis métrico.
b) poner en prosa con vuestras palabras lo que dice el poeta en cada estrofa.
c) explicar el tipo de amor.

Más vale trocar
plazer por dolores,
que estar sin amores.

Donde es gradecido
es dulce el morir;
bivir en olvido,
aquél no es bivir:
mejor es sufrir
passión y dolores,
que estar sin amores.

Es vida perdida
bivir sin amar,
y más es que vida
saberla emplear:
mejor es penar
sufriendo dolores,
que estar sin amores.

La muerte es vitoria
do bive afición,
que espera aver gloria
quien sufre passión:
más vale presión
de tales dolores,
que estar sin amores.

El ques mas penado
mas goza de amor,
quel mucho cuydado
le quita el temor:
assí ques mejor
amar con dolores
que estar sin amores.

No teme tormento
quien ama con fe,
si su pensamiento
sin causa no fue:
aviendo por qué
más valen dolores,
que estar sin amores.

Amor que no pena
no pida plazer,
pues ya le condena
su poco querer:
mejor es perder
plazer por dolores,
que estar sin amores.

Por si el enlace de youtube no funciona, os doy el audio:


Don Juan Tenorio: teatro leído (audiolibro dramatizado).

Otra opción para aproximarse a la inmortal obra de José Zorrilla: el audio completo de la representación ofrecida por RTVE1 en su histórico programa Estudio 1, con el gran Francisco Rabal como don Juan y la entrañable Concha Velasco como doña Inés (también tenemos a Fdo, Guillén como Luis Mejía). Se trata de un audiolibro, pero en este caso es bueno/preciso añadir 'dramatizado'... (y de qué manera, con esos maestros de actores) por tratarse de un texto dramático.
Podríamos escucharla en clase, con el texto delante, si no fuera porque esos cerebritos que programan nuestra asignatura desde los despachos (y los libros de texto que les siguen) no han previsto el tiempo necesario y suficiente para explicar como es debido 200 años de literatura española (y son los siglos XIX y XX) en aproximadamente 80 horas. (Pido disculpas por esta cuña crítica, tal vez no adecuada a las circunstancias, pero siempre útil y necesaria.)
En cualquier caso, es otra forma de cumplir debidamente con la lectura programada para este trimestre. Siempre los recursos TICs vienen en nuestra ayuda para suplir la ineficiencia de un sistema, la ineficacia de una práctica educativa anquilosada y arrinconada por la propia sociedad que luego exige resultados...
No hay excusas...



¡Buen provecho!


José Luis Alonso de Santos

Hemos leído un fragmento de "La estanquera de Vallecas", obra de teatro de J. L. Alonso de Santos - ver su página web - , que fue llevada al cine por Eloy de la Iglesia en 1986 - ver ficha -, protagonizada por Emma Penella (popular por su trabajo en la serie "Aquí no hay quien viva") y José Luis Gómez, maestro de actores. Nos interesa conocer un poco más sobre este dramaturgo y por eso hemos buscado información. 
Laura Bueno (de 3ºA) nos ofrece esta breve biografía y dos enlaces para ver secuencias de la obra citada y de otra, "Bajarse al moro", también llevada al cine (Fernando Colomo, 1988 - ver ficha - ) con actores muy conocidos (Aitana Sánchez, Antonio Banderas, Juan Echanove, Carmelo Gómez, Verónica Forqué, Chus Lampreave...) Aquí podéis leer un breve diálogo de esta obra. Y aquí la obra completa

Biografía

"Nació en Valladolid en 1942. Es un dramaturgo, director escénico, guionista, narrador español licenciado en Ciencias de la Información y en Filosofía y Letras. Comenzó su carrera teatral en 1964 en grupos de teatro independiente como el TEM"

Echar un vistazo a  "La estanquera de Vallecas" y "Bajarse al moro" en Youtube

Barroco: un gráfico de ideas para debatir en comunidad

BARROCO

Ante las numerosas preguntas recibidas a propósito de esta entrada (en su origen tan lacónica...), me permito hacer una breve 'explanatio' que pueda servir de respuesta. 
El gráfico de ideas (o mapa conceptual) al que remite la palabra BARROCO sirve para aprender de manera constructiva e interactiva los conceptos más elementales sobre ese periodo literario, acercarse a los autores más representativos y a sus textos. Requiere por tanto actividad y participación. Con estos dos principios alcanzaremos los objetivos y seremos 'competentes' (creo) en este tema.
Pues eso: manos a la obra.

La zapatera prodigiosa. (adaptación)

Os presento la adaptación magistral de "La zapatera prodigiosa", de Federico García Lorca, que ha hecho vuestro compañero José Ignacio González Martín. El año pasado leímos la obra completa. ¿Os acordáis? (tenemos un enlace en este blog a la biblioteca de scribd, en la etiqueta "teatro")
Ha sido un gusto leer este trabajo y quiero darle la enhorabuena desde aquí. Os aseguro que no he tenido que retocar absolutamente nada, (salvo dividirla en escenas) y organizar las páginas. Así que yo creo que este chico tiene cualidades innatas de dramaturgo.
Ahora nos toca a nosotros arrimar el hombro para ponerla en pie, de la manera que sea.
Y, naturalmente, espero vuestros comentarios.


¡Ya tenemos diálogo ganador!

Caperucita llama a la puerta.
- ¿Puedo pasar?
- La puerta está abierta. Pasa - dijo el lobo con voz débil.
- Abuelita, ¿qué tal estás? Te he traído unos dulces que ha preparado mamá para ti.
- Muy bien. Déjalos en la mesa.
Caperucita se sentó al final de la cama de su abuela.
- ¡¡Ahhhh!! - gritó Caperucita - ¡Qué uñas más largas tienes!
- ¿Qué dices?
- Abuelita, ¿estás sorda? Te he dicho que tienes unas uñas muy afiladas y largas.
- Ya, Caperucita, es que no me las corto desde hace mucho tiempo. ¿Qué es eso que hay encima de la mesa?
- Abuelita, ¿también estás ciega? Son los dulces que te ha hecho mamá. ¿Quieres comerte uno ahora?
- Bueno, vale - Dijo el lobo, poniendo cara de asco.
Caperucita cogió un dulce de la cesta.
- Toma, aquí tienes.
- Gracias.
El lobo le dio un bocado al dulce y dijo:
- ¡Esto no sabe a nada! ¡Esta cosa está malísima!
- Abuela, ¿cómo que no sabe a nada? Me he comido uno por el camino y estaba más dulce de lo normal.
- ¡Pues yo no me como eso! Tráeme un poco de caldo que tengo en la cazuela.
Caperucita se levantó de la cama y le puso un poco de caldo a su “abuela”, en un cuenco.
- A ver si esto te gusta más.
- Eso espero - dijo “la abuela” oliéndolo - Yo no sé cómo sabrá, porque olor, lo que se dice olor, no tiene.
- ¡Abuelita! ¡Pero si huele a caldo hasta el baño!
- Que no, que no. Yo esto tampoco me lo tomo.
“La abuela” le da el cuenco a Caperucita para que lo lleve a lavar. Al pasar, Caperucita le toca sin querer la pierna y dice:
- Abuela, ¿Hace cuánto que no te depilas?
- Desde … ¡desde que nací! ¿Algún problema?
- No, ninguno, lo único que tienes mucho pelo en las piernas. Pero lo tienes muy suave.
- ¿Qué dices Caperucita? Si mi pelo es más áspero que yo qué sé.
- Abuelita: yo creo que te estás quedando ¡sorda, ciega, sin olfato, sin gusto y sin tacto!

Autora: Belén Astolfi.

¡¡¡Enhorabuena!!!

Un diálogo muy famoso...

Os propongo un trabajo sobre diálogo.
Todos conocemos el diálogo entre Tacirupeca y el bolo, cuando la niña lo encuentra en la cama y el malvado se hace pasar por la talibuea... Ese diálogo se podría alargar, añadiendo detalles e informaciones, según la imaginación y creatividad de cada cual, hasta casi convertirlo en una escena de obra teatral...


El que consiga alargarlo más tendrá... no sé. ¡Lo que queráis! ¡Venga! ¿Qué queréis? ¡Pedid y se os dará! (Pero no pidáis "positivos". Eso está muy visto.)

Lope de Rueda. Los pasos.

(Sevilla, h. 1500 - Córdoba, 1565) Dramaturgo español. De oficio batidor de oro, lo abandonó, no se sabe en qué fecha, para dedicarse al teatro y fundar una compañía propia que actuó en diversas ciudades españolas con gran éxito. Como autor teatral produjo comedias, coloquios pastoriles, algún auto sacramental y pasos. Sus obras están escritas al estilo de la comedia italiana y suponen el triunfo en el teatro español de la adaptación de la dramaturgia italiana, en un momento en que la influencia italianizante en la lírica castellana estaba completamente consolidada.
Escribió en prosa sus primeras comedias (Eufemia, Armelina, Los engañados y Medora), en las que se aprecian influencias de Boccaccio, Plauto y autores italianos coetáneos, y en verso dos comedias de escenas breves en las que se presentan gran variedad de tipos (Comedia llamada Discordia y Cuestión de amor, y La farsa del sordo).
Juan Timoneda, a quien conoció durante una estancia en Valencia, se encargó de publicar sus obras, en tres volúmenes, en 1567 y 1588.
Su gran creación la constituyen los pasos, precedentes del entremés e intercalados en las comedias en prosa para entretener al público con una situación de trama sencilla y rápido desenlace, cuya gracia residía en la comicidad de las situaciones y los personajes, que se expresaban en un lenguaje vivo y coloquial. Algunos fueron publicados independientemente, y entre ellos destacan Las aceitunas, La carátula, El convidado, Cornudo y contento y Pagar y no pagar. De gran realismo y tono siempre popular, presentan a una serie de personajes tipificados, como el de la criada negra, la gitana o el bobo.



El monólogo más famoso...

“La vida es sueño”

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que agravia y ofende,
sueña el que afana y pretende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son
(final del Acto II)



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