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¡Ya tenemos diálogo ganador!

Caperucita llama a la puerta.
- ¿Puedo pasar?
- La puerta está abierta. Pasa - dijo el lobo con voz débil.
- Abuelita, ¿qué tal estás? Te he traído unos dulces que ha preparado mamá para ti.
- Muy bien. Déjalos en la mesa.
Caperucita se sentó al final de la cama de su abuela.
- ¡¡Ahhhh!! - gritó Caperucita - ¡Qué uñas más largas tienes!
- ¿Qué dices?
- Abuelita, ¿estás sorda? Te he dicho que tienes unas uñas muy afiladas y largas.
- Ya, Caperucita, es que no me las corto desde hace mucho tiempo. ¿Qué es eso que hay encima de la mesa?
- Abuelita, ¿también estás ciega? Son los dulces que te ha hecho mamá. ¿Quieres comerte uno ahora?
- Bueno, vale - Dijo el lobo, poniendo cara de asco.
Caperucita cogió un dulce de la cesta.
- Toma, aquí tienes.
- Gracias.
El lobo le dio un bocado al dulce y dijo:
- ¡Esto no sabe a nada! ¡Esta cosa está malísima!
- Abuela, ¿cómo que no sabe a nada? Me he comido uno por el camino y estaba más dulce de lo normal.
- ¡Pues yo no me como eso! Tráeme un poco de caldo que tengo en la cazuela.
Caperucita se levantó de la cama y le puso un poco de caldo a su “abuela”, en un cuenco.
- A ver si esto te gusta más.
- Eso espero - dijo “la abuela” oliéndolo - Yo no sé cómo sabrá, porque olor, lo que se dice olor, no tiene.
- ¡Abuelita! ¡Pero si huele a caldo hasta el baño!
- Que no, que no. Yo esto tampoco me lo tomo.
“La abuela” le da el cuenco a Caperucita para que lo lleve a lavar. Al pasar, Caperucita le toca sin querer la pierna y dice:
- Abuela, ¿Hace cuánto que no te depilas?
- Desde … ¡desde que nací! ¿Algún problema?
- No, ninguno, lo único que tienes mucho pelo en las piernas. Pero lo tienes muy suave.
- ¿Qué dices Caperucita? Si mi pelo es más áspero que yo qué sé.
- Abuelita: yo creo que te estás quedando ¡sorda, ciega, sin olfato, sin gusto y sin tacto!

Autora: Belén Astolfi.

¡¡¡Enhorabuena!!!

Leemos y vemos una obra de teatro.

Para leerla


Para ver la representación de esta obra:pincha aquí

Un diálogo muy famoso...

Os propongo un trabajo sobre diálogo.
Todos conocemos el diálogo entre Tacirupeca y el bolo, cuando la niña lo encuentra en la cama y el malvado se hace pasar por la talibuea... Ese diálogo se podría alargar, añadiendo detalles e informaciones, según la imaginación y creatividad de cada cual, hasta casi convertirlo en una escena de obra teatral...


El que consiga alargarlo más tendrá... no sé. ¡Lo que queráis! ¡Venga! ¿Qué queréis? ¡Pedid y se os dará! (Pero no pidáis "positivos". Eso está muy visto.)

Luchando con el verbo... en voz pasiva.

Ya sabes que llamamos voz pasiva del verbo cuando el sujeto es "paciente", es decir, que "padece" la acción del verbo en vez de actuarla.
Es de muy fácil construcción: se basa en una combinación entre el verbo SER (nunca ESTAR) en el tiempo que corresponda, más el participio pasado del verbo que conjugamos; el verbo y el participio concuerdan con el sujeto paciente; en el caso del participio la concordancia es de género y numero.
En la voz pasiva, el sujeto que realiza la acción se llama "complemento agente" y va introducido por la preposición “por".
Todo esto se podía haber dicho más brevemente (que es lo que a vosotros os interesa, ¿no?) con una formulita:

 PACIENTE + PASIVA=[SER+PARTICIPIO]+POR+AGENTE 
     Este acueducto + fue construido + por + los romanos
     Los coches + son reparados + por + los mecánicos 
¡No hay más historia!............... 
¡A que es fácil, fácil, fácil!.........
Pues vamos al lío. Practica los ejercicios que encontrarás en los siguientes enlaces:
Comprueba si lo has hecho bien (tienes la opción de comprobar) y vete a clase preparado para hacer bien todas las oraciones sin ayuda de nadie.
¡¡Suerte!! ¡¡¡Y feliz aprendizaje!!


Lope de Rueda. Los pasos.

(Sevilla, h. 1500 - Córdoba, 1565) Dramaturgo español. De oficio batidor de oro, lo abandonó, no se sabe en qué fecha, para dedicarse al teatro y fundar una compañía propia que actuó en diversas ciudades españolas con gran éxito. Como autor teatral produjo comedias, coloquios pastoriles, algún auto sacramental y pasos. Sus obras están escritas al estilo de la comedia italiana y suponen el triunfo en el teatro español de la adaptación de la dramaturgia italiana, en un momento en que la influencia italianizante en la lírica castellana estaba completamente consolidada.
Escribió en prosa sus primeras comedias (Eufemia, Armelina, Los engañados y Medora), en las que se aprecian influencias de Boccaccio, Plauto y autores italianos coetáneos, y en verso dos comedias de escenas breves en las que se presentan gran variedad de tipos (Comedia llamada Discordia y Cuestión de amor, y La farsa del sordo).
Juan Timoneda, a quien conoció durante una estancia en Valencia, se encargó de publicar sus obras, en tres volúmenes, en 1567 y 1588.
Su gran creación la constituyen los pasos, precedentes del entremés e intercalados en las comedias en prosa para entretener al público con una situación de trama sencilla y rápido desenlace, cuya gracia residía en la comicidad de las situaciones y los personajes, que se expresaban en un lenguaje vivo y coloquial. Algunos fueron publicados independientemente, y entre ellos destacan Las aceitunas, La carátula, El convidado, Cornudo y contento y Pagar y no pagar. De gran realismo y tono siempre popular, presentan a una serie de personajes tipificados, como el de la criada negra, la gitana o el bobo.



El monólogo más famoso...

“La vida es sueño”

Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Que hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?

Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que agravia y ofende,
sueña el que afana y pretende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí
destas prisiones cargado,
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son
(final del Acto II)



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