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Publicidad. Violencia de género entre jóvenes

Este es el cartel publicitario que hay que comentar:


Utilizad los conocimientos adquiridos sobre este tema
y el guión que ya conocéis y que os dejo
Os aconsejo también que consultéis este sitio de internet,
materialesdelengua, de Lourdes Domenech y Ana Romero,
especialmente para los recursos lingüísticos.
¡No lo dejéis todo para última hora, por Dios....!

Para los que quieran informarse más sobre esta campaña,
este vídeo es muy interesante. Haced caso de los consejos que os dan.


Conocerse a sí mismo.

Estamos hechos de emociones y pensamientos. Lo que sentimos y pensamos influye en cada instante de nuestra vida hasta el punto de que 'nos vamos haciendo', es decir, vamos construyendo nuestra personalidad, nuestra manera de ser sin ser conscientes de toda esa carga de emociones y pensamientos que van fluyendo vertiginosamente por nuestra cabeza y nuestro corazón. Y cuando queremos darnos cuenta, ya somos como somos. Y a veces no nos gustamos, ni a nosotros mismos ni a los demás. Y no conseguimos ser felices. Nos sentimos frustrados... ¡A veces ni siquiera sabemos cómo somos!
¿Habías pensado algunas vez en estas cosas?
Hoy te invito a que visites esta página: Kliquers, y te tomes tu tiempo para conocerte a ti mismo.
 Nadie ha dado un consejo mejor que este, del filósofo griego Sócrates
"¡Conócete a ti mismo!"

Trabajar en equipo.

Salió bien. ¡Nunca lo hubiera creído! Habéis sido capaces de reconstruir el famoso cuento de Oscar Wilde, "El gigante egoísta". No era fácil, teniendo en cuenta que os lo entregué 'destrozado' en 30 partes muy breves (entre tres y cinco líneas) y que además os dejé solos ante el peligro. Claro que no lo hubierais conseguido si no hubieras tenido 'líderes' que dirigieron la estrategia... ¡Enhorabuena!

Las manos de los deseos

Ya sabéis que las manos pueden decir muchas cosas. Y no me refiero solo al lenguaje de signos, donde las manos son el único código posible para la comunicación. Con las manos señalamos, aplaudimos, amenazamos o nos protegemos de la amenaza, acariciamos o golpeamos, mostramos nuestra sorpresa o nuestro dolor, ¡y hasta podemos 'decir' tacos! (¿quién no le ha puesto los cuernos en una foto a un amigo...?). Por otro lado, también es sabido que las líneas de las manos dicen mucho de nuestro futuro y en ellas nos leen el porvenir los quiromantes. Y los acupuntores saben en lugar exacto de la geografía de nuestra mano donde tienen su reflejo cada parte de nuestro cuerpo.
Reconocida la importancia de las manos, no es extraño que a alguien (a más de uno; gente genial) se le haya ocurrido utilizarlas para algo más que para pedir limosna o concederla: ¿por qué no aprovechar los cinco dedos para poner a prueba nuestros cinco sentidos? ¿por qué no tatuar en ellas cinco deseos? O diez, ¿por qué no?
Dicho y hecho. Ahí van las manos de este 2ºA de Secundaria Curso 2014-2015. ¡Ojalá cumpláis todos todos todos vuestros deseos!
(Dale la mano para abrir todas)

La palabra "llorar".

Para terminar este trimestre (como regalo de Navidad) os dejo este pequeño relato de un gran hombre, Gianni Rodari (1920-1980), que dedicó su vida a la enseñanza, en concreto a la lengua (sobre todo a la creatividad y a la "gramática de la fantasía"...). Os recomiendo su lectura. Podéis leerla en el enlace que os facilito en la cita.

Esta historia todavía no ha sucedido, pero seguramente sucederá mañana. Dice así:
Mañana, una buena y anciana maestra condujo a sus discípulos, en fila de dos, a visitar el Museo del Tiempo Que Fue, donde se hallan recogidas las cosas de antes que ya no sirven, como la corona del rey, la cola del traje de la reina, el tranvía de Monza, etcétera.
En una pequeña vitrina, un poco polvorienta, había la palabra “Llorar”.
Los alumnos de Mañana leyeron el cartelito, pero no lo entendieron.
- Señora, ¿qué significa?
-¿Es una joya antigua?
-¿Pertenecía quizás a los etruscos?
La maestra les explicó que antiguamente aquella palabra era muy empleada, y hacía daño. Les mostró un frasquito en el que se guardaban unas lágrimas: quizás las derramó un esclavo al ser golpeado por su amo, quizás un niño que no tenía hogar.
- Parece agua – dijo uno de los discípulos.
- Pero picaba y quemaba – dijo la maestra.
- ¿La hacían hervir antes de utilizarla?...
En realidad, los colegiales no lo entendían; es más, ya empezaban a aburrirse. Entonces la maestra les acompañó a visitar otras secciones del Museo donde había cosas más fáciles de entender, como las rejas de una prisión, un perro guardián, el tranvía de Monza, etcétera, cosas todas ellas que ya no existían en el feliz país de Mañana.

Gianni Rodari.

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