Ya casi habéis terminado de leer la novela de Enrique Páez. Muchos (casi todos) estáis terminando el resumen. Es hora de reflexionar, sacar conclusiones, una enseñanza. Decidme si es verdad o mentira lo que os voy a contar.
Como sabéis, el autor deja claro desde el principio que la salida del Sahara de Abdel y su padre tiene que ver con los enfrentamientos y el acoso del ejército de Marruecos. De hecho, la madre de Abdel muere a consecuencia de los disparos de los soldados, ellos pierden su casa y el padre es un fugitivo de las autoridades marroquíes... El origen de toda la historia desgraciada de Abdel, como la de tantos otros inmigrantes llamados "sin papeles", "ilegales", etc, está en la injusticia ejercida contra su pueblo.
Desde el principio, sabemos que Abdel es una víctima; y sigue siendo víctima también en España, después de sobrevivir a un viaje que no todos pudieron superar... Víctima de traficantes y corruptos que se aprovechan del trabajo y el sufrimiento de los más débiles para burlar a la justicia y amasar fortunas.
Algunos propusisteis en clase preguntar a Enrique Páez para qué o por qué había escrito esta novela. Dejaremos que sea él quien responda esa pregunta. Pero seguramente su labor de escritor tenga algo que ver con el compromiso - como el del poeta Carlos Álvarez - , con la solidaridad con los más débiles, ¿no creéis?; con aquellos que se quedaron sin amigos, sin casa, sin padres, sin patria y tuvieron que marcharse a vivir a un país extranjero (ellos son los extranjeros en ese país extranjero para ellos...) con las únicas posesiones de una onda de pastor en el bolsillo, un cuadernillo y un humilde lápiz.
Abdel huyó del Sahara. Otros siguen viviendo allí; no es un territorio de novela; no es un país imaginario; Abdel no es fantasía, aunque sea un personaje de novela. Nos lo advertía Enrique Páez. Y hoy nos sorprenden los periódicos con la noticia de que un niño de 14 años ha muerto en el Sahara, tiroteado por el ejército de Marruecos. Un niño que se apellidaba Zubeir, y que podía haberse llamado Abdel... Que su alma de niño descanse en paz.