1.
[...]
JAIMITO: Me dan ganas de quitarme el ojo y reventar el mundo de un ojazo con él.
CHUSA. Lo único que reventaría sería tu ojo. Déjalo donde está. Estarías muy feo con un ojo sí y otro no. Parecerías un pirata de las películas
JAIMITO- Eso sí qué habría sido lo mejor, haber nacido en la época de los piratas, para montarnos en un barco con la bandera negra y la calavera, y a cruzar los mares subido en el palo mayor.
CHUSA. Te caerías y te partirías una pierna.
JAIMITO: ¡Mejor! Cojo, manco, tuerto... Parecería el terror de los mares, cañonazo va, cañonazo viene, a todos los cabronazos con dos ojos, dos piernas y porvenir, que se me pusieran por delante. A esos dos los primeros, y a la madre, y al padre,... ¡A todos! ¡A todo el que se me pusiera por delante! Ya sabes cómo las gasto yo. Acuérdate el día de la pistola la que armé. Corriendo con el culo colgando que iban esos dos chulos de mierda. Así iban a ir todos. (Ella se echa a llorar.) Venga tía, no te pongas así. ¿Quieres que te cuente ese chiste tan malo que te hace tanta gracia?...
CHOSA: Ya estoy mejor, perdona. Tenía aquí un nudo. Ahora ya estoy bien.
JAIMITO. Venga, ponemos música o lo que sea... Se han llevado el casette.
[...]
"Bajarse al moro".
José Luis Alonso de Santos.
2.
"Para el órgano auditivo humano el intervalo logarítimico es idéntico entre 100 y 200 p.s., entre 200 y 400 y entre 1600 y 3200. Aquélla es percibida como un tono mientras que un sonido entre, por ejemplo, 1700 y 1800 es aprehendida como semitono. Por otro lado, la intensidad física será la energía sonora que pasa en una unidad de tiempo a través de 1 cm cuadrado colocado perpendicularmente a la dirección del movimiento de la vibración en vatios.”
3.
“Mira, pollo, esto de la droga es mu chungo pal body y pal tarro. Asín que mejor te tomas una birra que es más sana. Porque, vamos a ver,... ¿Quieres picarte porque no tienes curro?¿No le encuentras marcha a la movida? ¿Estás hasta los huevos del gobierno? ¿Por eso? Tú eres tonto del culo.”
4.
"La reina Mab, en su carro hecho de una sola perla, tirado por cuatro coleópteros de petos dorados y alas de pedrería, caminando sobre un rayo de sol, se coló por la ventana de una buhardilla donde estaban cuatro hombres flacos, barbudos e impertinentes, lamentándose como unos desdichados"