Esta novelita (corta) es el modelo ejemplar de lo que Unamuno llamó 'nivolas'. Ya sabemos que son un tipo de novelas que no responden al concepto tradicional del género. A don Miguel de Unamuno, pensador, filósofo, crítico, ensayista, intelectual, se le va la mano (o mejor deberíamos decir la cabeza) hacia esas otras actividades intelectuales cuando intenta escribir literatura narativa (novelas), y construye historias 'raras' donde:
a) los personajes filosofan (se enredan como peonzas en sus pensamientos...) y hablan y hablan (los diálogos y los monólogos son las secuencias textuales dominantes) y a veces parecen no someterse a la voluntad del propio narador-autor, como si estuvieran construyéndose ellos mismo y cobrando vida independiente
b) el tiempo se diluye (se expande o se contrae como el universo),
c) el espacio existe solo lo imprescindible para acoger la mínima acción de los personajes,
d) la acción va tejiendo un argumento que parece improvisado, errático... (aunque con un destino muy claro: la muerte)
e) el narrador (el propio autor) asoma constantemente entre líneas para advertir al lector de tal o cual asunto, hacer explicaciones... A veces incluso aparece como tal junto a los demás personajes (un cameo como otro cualquiera...)
Por cierto (y termino), precisamente una de las intervenciones del autor en esta obrita se hace para explicar (justificar) el concepto de 'nivola'. ¡A ver si localizáis el fragmento y lo comentamos en clase!
Podéis plantear en comentarios todas las dudas que vayan surgiendo a lo largo de la lectura. Prometo responder (Dios mediante).
(de entre los muchísimos que podéis encontrar en la red)
Y una
guía de lectura
(¡no os asustéis: es en una ficha en UNA HOJA!)