En España estamos en "Semana Santa". Para los católicos - y en esta semana la inmensa mayoría de los españoles lo son... - un tiempo de penitencia y de dolor, que venimos celebrando desde nuestra gloriosa Contrarreforma, y que culminará en la alegría del Domingo de Pascua o de Resurrección con la bendición urbi et orbi del Papa ; para todos, en general, tiempo de vacaciones y de descanso. Y, ¿por qué no?, también tiempo de reflexión. Invito a leer dos poemas de A. Machado.
El primero es "La saeta", que Joan Manuel Serrat se encargó de internacionalizar. Leedla mientra escucháis.
¿Quién me presta una escalera,
para subir al madero,
para quitarle los clavos
a Jesús el Nazareno?
SAETA POPULAR
SAETA POPULAR
¡Oh, la saeta, el cantar
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
al Cristo de los gitanos,
siempre con sangre en las manos,
siempre por desenclavar!
¡Cantar del pueblo andaluz,
que todas las primaveras
anda pidiendo escaleras
para subir a la cruz!
¡Cantar de la tierra mía,
que echa flores
al Jesús de la agonía,
y es la fe de mis mayores!
¡Oh, no eres tú mi cantar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
¡No puedo cantar, ni quiero
a ese Jesús del madero,
sino al que anduvo en el mar!
Machado recoge en este breve poema "la voz popular" - esencial en su poesía - y asume y reconoce ese sentimiento tradicional y popular presente en las saetas, con el respeto y el afecto que merece la fe de sus mayores. Pero no lo asume, pues no es ese "su cantar": no puede cantar, ni quiere al Cristo muerto en el madero, sino al que consiguió remover las conciencias del mundo, a aquel que hizo el milagro de que humildes e ignorantes pescadores reconocieran su poder y se convirtieran en hombres extraordinarios. Esta es la enseñanza de Machado y eso es lo que cantan estos días las trompetas por todas las calles de España, acompañando los pasos de Dolor, sin que muchos acaben de entenderlo...
El otro poema tiene que ver con la hipocresía que anida en la pompa y ceremonial religioso. Trata de don Guido:
"... un señor / de mozo muy jaranero, / muy galán y algo torero; / de viejo, gran rezador. "
Machado le dedica unas coplas que titula "Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de don Guido" y también musicalizó Serrat.
"Gran pagano,
se hizo hermano
de una santa cofradía;
el Jueves Santo salía,
llevando un cirio en la mano
— ¡aquel trueno!—,
vestido de nazareno."
se hizo hermano
de una santa cofradía;
el Jueves Santo salía,
llevando un cirio en la mano
— ¡aquel trueno!—,
vestido de nazareno."
Os animo a leer el poema completo en este enlace de poesi.as. Encontraréis en él al Machado siempre auténtico, sincero, coherente con sus ideas, crítico... Y sencillo y humano.
Pues eso: a reflexionar un poco entre trompetas, nazarenos y capirotes.