Presentamos una posible solución a las preguntas que se hacen. Lógicamente, la redacción es libre y depende de cada uno. Pero los contenidos, las ideas, tienen que ser las mismas que podéis encontrar aquí.
Lo primero, evidentemente, es buscar en un diccionario las palabras que no conocemos. Siempre. Aunque no se pida.
Lo primero, evidentemente, es buscar en un diccionario las palabras que no conocemos. Siempre. Aunque no se pida.
1. Resumen. La manera más práctica y sencilla es por párrafos:
a) Del primer párrafo destacaríamos el poder de su voz, que era capaz de conmover a todos los que lo escuchaban. Especialmente cuando el Viernes Santo decía “¡Dios mío... ¿por qué me has abandonado?”, citando las palabras de Jesús en la cruz. Esto es significativo porque se pueden aplicar al ‘sacrificio’, martirio del propio don Manuel. Esta semejanza con la Pasión de Cristo queda patente por el hecho de que el autor también compara a la madre del cura con la Dolorosa. Finalmente, Blasillo se convierte en imitador del cura, repitiendo por el pueblo estas palabras (que se convierten en un motivo temático muy importante).
b) En el segundo párrafo el autor vuelve a destacar la importancia de la voz de don Manuel. En este caso nos sitúa en el momento del rezo colectivo del Credo y nos dice que la voz del cura, aunque al unísono con la del pueblo - como una montaña - , se oía potente - como si fuera la cumbre de esa montaña - , salvo cuando tenía que declarar la profesión de fe en “la resurrección de la carne y la vida eterna”: entonces no destacaba de la de los demás, sino que parecía que se sumergía en la de todo el pueblo - como si se zambullera en un lago -, como si se callara. La repetición de ‘lago’ y ‘montaña’ (que se habían mencionado en el primer párrafo) parecen adquirir significados simbólicos a tener en cuenta.
2. Las frases más representativas serían:
a) “Su maravilla era la voz, una voz divina, que hacía llorar.”
b) ”Y cuando en el sermón de Viernes Santo clamaba aquello de: «¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?», pasaba por el pueblo todo un temblor hondo como por sobre las aguas del lago en días de cierzo de hostigo. Y era como si oyesen a Nuestro Señor Jesucristo mismo...”
c) “En el pueblo todos acudían a misa, aunque sólo fuese por oírle.... Y al llegar a lo de «creo en la resurrección de la carne y la vida perdurable» la voz de Don Manuel se zambullía, como en un lago, en la del pueblo todo, y era que él se callaba”
Según esto, la idea principal del texto es el sufrimiento del cura, don Manuel Bueno, por su pérdida de fe en la vida eterna. Esta pérdida de la fe se expresa de dos maneras: como abandono de Dios y así se lo hace saber en forma de pregunta a imitación de Jesús en la cruz; y como lucha interior, pues procura por todos los medios ocultar a su pueblo esa pérdida de fe, zambulléndose en él.
3. Relación del tema del texto con el conjunto de la obra y pensamiento de Unamuno.
a) Lucha fe-razón. Sabemos que Unamuno fue un escritor (novelista, poeta y ensayista) obsesionado por el tema de la lucha entre fe y razón, que él llamó ‘agonía’, del griego ‘agón’, lucha. Este tema se repite tanto en sus ensayos como en sus novelas. De los primeros podemos citar “La agonía del cristianismo”, “El sentimiento trágico de la vida”; de las segundas, la más representativa es precisamente “San Manuel Bueno, mártir”.
b) En todas ellas hay una preocupación por el sentido de la existencia que acercan a nuestro autor al existencialismo - Unamuno es el pensador, el filósofo de la Generación del 98 - , aunque la solución final para Unamuno es la que expone en “San Manuel...”: hacer felices a los demás, permitir que vivan con la ‘ilusión’, la esperanza de que hay algo más allá de la muerte.
c) La tendencia de Unamuno a interiorizar, a explicar las ideas, le llevó a novelas donde los personajes viven como dentro de sí mismos, en un continuo monólogo (o soliloquio), en una nebulosa de dudas sobre la realidad, donde se preguntan por su esencia, su identidad y el sentido de la vida. A este tipo de novelas Unamuno las llamó ‘nivolas’ y la más representativa es “Niebla”. Algunas de estas características están presentes en “San Manuel Bueno, mártir”