Canto negro, de Nicolás Guillén. Poesía mestiza

Como sé que os gustó el poema "Balada de los dos abuelos", de Nicolás Guillén, recitado por él mismo, aquí os dejo otro suyo, también recitado por él. Y os reto a leerlo, el próximo día en clase, mejor que el propio autor. El que lo consiga tendrá un positivón de los míos.



Os facilito la letra para que os sea más fácil...
(¿Quién me dirá la idea principal?... ¡jajajaja!... ¡Eso no lo sabe nadie!)

Yambambó yambambé.

Repica el congo solongo
repica el negro bien negro
congo solongo del songo
baila yambó sobre un pie.

Mamatomba
serembe cuserembá.

El negro canta y se ajuma
el negro se ajuma y canta
el negro canta y se va.

Acuememe serembó
yambó aé.

Tamba tamba tamba tamba
tamba del negro que tumba
tumba del negro caramba
caramba que el negro tumba
yamba yambó yambambé

Mi compañera (y sin embargo, amiga) Sara Hernández me recuerda otra bonita canción de Nicolás Guillén, "La muralla", cantada por Ana Belén, y que os invito a escuchar y leer en nuestro blog "Ni un día sin poesía". Dadle al enlace ...

Las manos de los deseos

Ya sabéis que las manos pueden decir muchas cosas. Y no me refiero solo al lenguaje de signos, donde las manos son el único código posible para la comunicación. Con las manos señalamos, aplaudimos, amenazamos o nos protegemos de la amenaza, acariciamos o golpeamos, mostramos nuestra sorpresa o nuestro dolor, ¡y hasta podemos 'decir' tacos! (¿quién no le ha puesto los cuernos en una foto a un amigo...?). Por otro lado, también es sabido que las líneas de las manos dicen mucho de nuestro futuro y en ellas nos leen el porvenir los quiromantes. Y los acupuntores saben en lugar exacto de la geografía de nuestra mano donde tienen su reflejo cada parte de nuestro cuerpo.
Reconocida la importancia de las manos, no es extraño que a alguien (a más de uno; gente genial) se le haya ocurrido utilizarlas para algo más que para pedir limosna o concederla: ¿por qué no aprovechar los cinco dedos para poner a prueba nuestros cinco sentidos? ¿por qué no tatuar en ellas cinco deseos? O diez, ¿por qué no?
Dicho y hecho. Ahí van las manos de este 2ºA de Secundaria Curso 2014-2015. ¡Ojalá cumpláis todos todos todos vuestros deseos!
(Dale la mano para abrir todas)

Un modelo de vida (¿educativo?). Tiempos difíciles

Me gustaría saber vuestra opinión de este modelo de vida y de enseñanza que explica el maestro Tomas Gradgrind en la novela 'Tiempos difíciles', de Charles Dickens (sí, el mismo que escribió la famosísima 'Oliver Twist', que puedes leer aquí, junto a otras famosas novelas suyas)

Tomás Gradgrind cabeceó su aprobación.
-Esto que os digo constituye una norma novísima, es un descubrimiento, un gran descubrimiento –prosiguió el caballero-. Voy a ver si acertáis en otro ejemplo. Supongamos que estáis a punto de alfombrar una habitación; ¿elegiríais una alfombra que tuviese un dibujo de flores?
La clase había llegado para entonces al convencimiento de que con aquel señor se acertaba siempre contestando que no, y el coro de «¡No!» fue rotundo. Sólo algunos rezagados contestaron débilmente que sí. Y entre los rezagados estaba Cecí Jupe. El caballero, sonriendo desde la altura de su sabiduría, dijo:
-Niña número veinte.
Cecí, toda colorada, se levantó.
- De modo que tú alfombrarías tu habitación... o la de tu marido, si fueses más crecida y lo tuvieses..., con dibujos de flores, ¿no es así? ¿Y por qué?
- Si me lo permitís, señor, porque me gustan mucho las flores.
-¿Y porque te gustan colocas encima mesas y sillas, y haces de manera que la gente las pisotee con sus pesadas botas?
- No les harían ningún daño, señor, no las aplastarían ni las ajarían, señor, si me lo permitís. Al ver aquellos dibujos de unos originales lindos y agradables, yo me imaginaría que...
- ¡Ay, ay, ay! -exclamó el caballero, muy ufano de que las cosas hubiesen rodado hasta el punto que a él le interesaba-. ¡Nunca debes imaginarte nada! De eso precisamente se trata. No debes dejarte llevar de la imaginación.
- Cecilia Jupe, jamás debes hacerlo - insistió solemnemente Tomás Gradgrind.
- ¡Lo real, lo real, lo real! -voceó el caballero.
- ¡ Lo real, lo real, lo real ! -repitió Tomás Gradgrind.
- Guíate en todas las circunstancias y gobiérnate por lo real. No está lejano el día en que tengamos un cuerpo de gobernantes imbuidos de realismo y ese Gobierno estará integrado por jefes de negociado, realistas, que obligarán a las gentes a vivir de acuerdo con la realidad y descartando cuanto no sea realidad. Tenéis que suprimir por completo la palabra imaginación. La imaginación no sirve para nada en la vida. En los objetos de uso o adorno rechazaréis lo que está en oposición con lo real. En la vida real no camináis pisando flores ; pues tampoco caminaréis sobre flores en las alfombras.


Por mi parte (ya me conocéis), desde el primer día que entré a trabajar en el aula he defendido la imaginación, el juego, la creatividad... Claro que nunca he rechazado el realismo y la realidad. Tenemos que esforzarnos por ser realistas... (Pero ¿qué es lo real? ¿No hay acaso eso que llaman 'realismo mágico'...? ¡Uff!)
Podéis leer la novela aquí.

Charles Dickens (1812-1870)

TU Plan Lector

Habrás oído decir muchas veces que la lectura es una fuente de placer y conocimiento. Tal vez nunca lo hayas entendido. Tampoco habrás entendido entonces otras muchas definiciones, como aquella de que es 'una ventana al mundo' o 'una puerta de escape' o 'una forma de encontrar a los otros' o 'una manera de entenderse a uno mismo', etc, etc. Si es así, necesitas ayuda. No quiero decir que tengas que ir al sicólogo..., Necesitas encontrar a alguien que a su vez te ayude a encontrarte con los libros; no unos cualquiera, sino 'tus libros', los que te esperan para abrirte los ojos y enseñarte a disfrutar de la vida y a entenderla. Antiguamente, ese alguien ('celestina de libros') solía ser una madre, un maestro, un buen amigo o a veces (¡incluso!)  un profesor. Hoy creo que cualquiera podría echarte una mano. No tienes más que asomarte un poco a la web. De hecho aquí mismo, en este rincón de la www, yo te puedo recomendar ESTOS ITINERARIOS para ver si entre ellos, con ellos, por ellos, empiezas a trazar TU plan lector. ¡Suerte!

Garcilaso de la Vega y John Everett Millais

Escribió Garcilaso (1501-1536) en su Égloga III estos versos:

En la hermosa tela se veían
entretejidas las silvestres diosas
salir de la espesura, y que venían
todas a la ribera presurosas,
en el semblante tristes, y traían
cestillos blancos de purpúreas rosas,
las cuales esparciendo derramaban
sobre una ninfa muerta que lloraban.

Y John Everett Millais (1829-1896) recreó la escena con sensibilidad prerrafaelista:

Casualidades de la vida (del arte)

Un trabajo modélico.

La envidia sana me lleva a hablar (y traer aquí) un trabajo de los alumnos de 4ºESO del IES "Castellar" (?), curso 2010-11.
Se trata de un cuaderno digital sobre contenidos literarios de ese nivel: Modernismo y Generación del 89, Vanguardias (Caligramas, Greguerías), Generación del 27, Novela actual (A.Pérez Reverte), La publicidad, ...Está confeccionado con una aplicación (software) gratuita .
Merece la pena echarle un vistazo. Aquí

Góngora: el amor tirano.

Góngora es fácil... A ver, es como todo: tiene sus poemillas fáciles (romances, letrillas) y tiene otros poemas más serios (sonetos, octavas) en los que se pone serio, culterano hasta rabiar (hasta hacer rabiar al lector, quiero decir, porque es difícil enterarse de lo que dice). Este poeta-sacerdote debía de ser de armas tomar. No tenemos más que reparar un poco en este retrato que le hizo el gran pintor Diego Velázquez en 1622:


Pero nosotros, como no somos tan agudos de ingenio que podamos entender su estilo oscuro culterano (el de la "Fábula de Polifemo y Galatea" o "Las soledades") nos quedamos con este poemilla:

Ciego que apuntas y atinas,
Caduco dios, y rapaz,
Vendado que me has vendido,
Y niño mayor de edad,
Por el alma de tu madre
—Que murió, siendo inmortal,
De envidia de mi señora—,
Que no me persigas más.
Déjame en paz, Amor tirano,
Déjame en paz.
...

Amadores desdichados,
Que seguís milicia tal,
Decidme, ¿qué buena guía
Podéis de un ciego sacar?
De un pájaro ¿qué firmeza?
¿Qué esperanza de un rapaz?
¿Qué galardón de un desnudo?
De un tirano, ¿qué piedad?
Déjame en paz, Amor tirano,
Déjame en paz.

Diez años desperdicié,
Los mejores de mi edad,
En ser labrador de Amor
A costa de mi caudal.
Como aré y sembré, cogí;
Aré un alterado mar,
Sembré una estéril arena,
Cogí vergüenza y afán.
Déjame en paz, Amor tirano,
Déjame en paz.
...
(No hará falta traductor ¿no?)


Y como además nos gusta cantar... (y verlo así) pues lo cantamos:



En nuestro blog de poesía NIUNDÍASINPOESÍAGUADALPÍN encontrarás más poemas y canciones de Góngora.

Historia definitiva del gallo tartamudo.

Trabajábamos en clase algunas de las ideas de Gianni. Rodari.,
del que ya hemos hablado aquí en alguna otra ocasión (Ver esta entrada)
Creo recordar que se trataba de contar una historia utilizando el "Que pasaría si ... " 
En este caso un gallo de corral, de esos de colores vistosos, muy peripuesto y chulito,
amo de muchas gallinas, ... pero que  no supiera cantar.
Cristina escribió el relato que más gustó a todos y se llevó el positivón
(bueno, en aquella época todavía no había positivones, 
- ni pizarras digitales, ni internet en las aulas; hablo de una época remota... - 
pero lo digo para que me entendáis)
Por Cristina Rojas.
ESO2ºC
Curso escolar 2008/09
IES "Guadalpín"

"Hace mucho tiempo, en una granja de Jaén, el gallo padre comunicó a toda la comunidad que iba a tener un pollito. Cuando pasaron dos semanas, el huevo se abrió y de él salió el pollito más bonito que nadie hubiera visto nunca. Toda la granja estaba encantada con Lolo (que así lo llamaron), hasta que pasados dos meses, cuando hizo su primer “kikirikí”…, comprobaron que era tartamudo. La vergüenza del gallo padre fue muy grande.
Lolo creció junto a los demás pollos de su quinta y, al llegar a la adolescencia, la granja organizó su famosa competición de gallos despertadores del pueblo. Lolo, armado de mucho valor, se presentó dispuesto a todo. Pero, lógicamente, lo descalificaron en la primera ronda, porque se puso muy nervioso y empezó a tartamudear. Lolo, lleno de ira, se rebeló y decidió meterse a gallo de pelea. Si no servía para otra cosa, por lo menos pelearía... Pero pasó el tiempo, y se dio cuenta de que su verdadero sueño, desde pequeño, era ser cantante, no luchador.
Por aquel tiempo, se preparaba la boda de la gallina más hermosa de la granja y se organizó un concurso de canto para encontrar al mejor esposo. Lolo sabía que no tenía posibilidades de ganar, pero aún así se inscribió para por lo menos intentarlo. Así fue como se presentó, pero cuando llegó su turno, el último, empezó a tartamudear. El jurado estaba a punto de echarlo cuando la novia mandó callar a todos y confesó que aquel gallo había sido el que más le había gustado, que era muy guapo, ya que tenía un plumaje color fuego ardiente, y que tenía el canto más original de todos. Así que lo aclamaron ganador: lo casaron con la gallina hermosa y lo nombraron despertador oficial de la granja."

Nota final del profe:
Cristina abandonó su carrera literaria 
y hoy es una brillante universitaria de criminología en la UMA.
Aun así, le agradezco su permiso para publicar este relato.

(Si hay algún interesado en consultar las técnicas de taller literario de Rodarí,

Una reflexión de García Márquez.

[...]
¿Con qué se comen las letras?
Los colombianos, desde siempre, nos hemos visto como un país de letrados. Tal vez a eso se deba que los programas del bachillerato hagan más énfasis en la literatura que en las otras artes. Pero aparte de la memorización cronológica de autores y de obras, a los alumnos no les cultivan el hábito de la lectura, sino que los obligan a leer y a hacer sinopsis escritas de los libros programados. Por todas partes me encuentro con profesionales escaldados por los libros que les obligaron a leer en el colegio con el mismo placer con que se tomaban el aceite de ricino. Para las sinopsis, por desgracia, no tuvieron problemas, porque en los periódicos encontraron anuncios como éste: “Cambio sinopsis de El Quijote por sinopsis de La Odisea”.Así es: en Colombia hay un mercado tan próspero y un tráfico tan intenso de resúmenes fotostáticos, que los escritores armamos mejor negocio no escribiendo los libros originales sino escribiendo de una vez las sinopsis para bachilleres. Es este método de enseñanza -y no tanto la televisión y los malos libros-, lo que está acabando con el hábito de la lectura. Estoy de acuerdo en que un buen curso de literatura sólo puede ser una gema para lectores. Pero es imposible que los niños lean una novela, escriban la sinopsis y preparen una exposición reflexiva para el martes siguiente. Sería ideal que un niño dedicara parte de su fin de semana a leer un libro hasta donde pueda y hasta donde le guste -que es la única condición para leer un libro-, pero es criminal, para él mismo y para el libro, que lo lea a la fuerza en sus horas de juego y con la angustia de las otras tareas.
Haría falta -como falta todavía para todas las artes- una franja especial en el bachillerato con clases de literatura que sólo pretendan ser guías inteligentes de lectura y reflexión para formar buenos lectores. Porque formar escritores es otro cantar. Nadie enseña a escribir, salvo los buenos libros, leídos con la aptitud y la vocación alertas. La experiencia de trabajo es lo poco que un escritor consagrado puede transmitir a los aprendices si éstos tienen todavía un mínimo de humildad para creer que alguien puede saber más que ellos. Para eso no haría falta una universidad, sino talleres prácticos y participativos, donde escritores artesanos discutan con los alumnos la carpintería del oficio: cómo se les ocurrieron sus argumentos, cómo imaginaron sus personajes, cómo resolvieron sus problemas técnicos de estructura, de estilo, de tono, que es lo único concreto que a veces puede sacarse en limpio del gran misterio de la creación. El mismo sistema de talleres está ya probado para algunos géneros del periodismo, el cine y la televisión, y en particular para reportajes y guiones. Y sin exámenes ni diplomas ni nada. Que la vida decida quién sirve y quién no sirve, como de todos modos ocurre.
Lo que debe plantearse para Colombia, sin embargo, no es sólo un cambio de forma y de fondo en las escuelas de arte, sino que la educación artística se imparta dentro de un sistema autónomo, que dependa de un organismo propio de la cultura y no del Ministerio de la Educación. Que no esté centralizado, sino al contrario, que sea el coordinador del desarrollo cultural desde las distintas regiones del país, pues cada una de ellas tiene su personalidad cultural, su historia, sus tradiciones, su lenguaje, sus expresiones artísticas propias. Que empiece por educarnos a padres y maestros en la apreciación precoz de las inclinaciones de los niños, y los prepare para una escuela que preserve su curiosidad y su creatividad naturales. Todo esto, desde luego, sin muchas ilusiones. De todos modos, por arte de las artes, los que han de ser ya lo son. Aun si no lo sabrán nunca."
Tomado de:
"Un manual para ser niño",
citado en FNPI

Yo estoy de acuerdo con García Márquez (¿quién no lo estaría?!). 
Habría que pregunta a los propios alumnos cómo querrían ellos 'comer las letras'.
Ahora solo servimos un menú muy discutible, pero suficiente para mantener el chiringuito
(sopa, pollo y, de postre, plátano; o traducido: gramática, hª de la literatura, lecturas).
¿Querrías 'comer las letras' a la carta...?
¿Qué llevaría esa carta?

(Me juego la mano izquierda - la tonta mía - a que reinará el silencio)

Blogs hermanados.